Crónica de un ajuste anunciado
- julia goldenberg
- 28 nov 2016
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Los ajustes, no prometidos en campaña, desembarcaron en la educación superior. Se empezó a notar cómo viene la jugada: tarifazos imposibles; un ajuste en el presupuesto de ciencia que atrasa veinte años; la distribución discrecional de refuerzos presupuestarios esenciales entre sólo 21 de un total de 56 universidades. Sobre esto están alertando las autoridades que ven peligrar el funcionamiento pleno de las instituciones educativas. El problema, no sólo reside en la distribución desigual, sino que históricamente ese monto era consensuado por todo el sistema universitario, y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) era el que se ocupaba de su distribución. Pero esta vez se repartió en el Congreso con total discrecionalidad. Sin explicación partidaria, las universidades beneficiadas tienen afinidad mayormente con el radicalismo, pero también las hay con el peronismo. Tampoco fueron fondos destinados al rescate de instituciones que atraviesan dificultades presupuestarias. Entre las que quedaron excluidas, al menos 13 ya presentaban problemas económicos en septiembre, tal como lo expresó el ministro Bullrich en el plenario de rectores del CIN.
La Universidad Nacional de las Artes fue una de las instituciones de educación superior que declararon emergencia económica, presupuestaria y financiera. Su rectora, Sandra Torlucci, explicó detalladamente cómo funcionó históricamente la asignación de recursos para todo el Sistema Universitario. Torlucci cumple su segundo mandato como autoridad superior de la UNA, donde también fue decana del Departamento de Artes Dramáticas. Además se desempeñó como secretaria académica de la Maestría en Administración Cultural (FFyL- UBA) y del Centro Cultural Ricardo Rojas. Como docente de grado y posgrado se ha especializado en Semiótica y Teoría del Teatro y las Artes Audiovisuales, desarrollando su actividad en la UNA, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad del Cine, entre otras instituciones. Actualmente, integra el Comité por la Liberación de Milagro Sala y fue parte de la comitiva de rectores que visitó a la dirigente en septiembre de este año.
Sin dar explicaciones, como les enseñó Duran Barba, se desmantelan las políticas públicas, se hacen negocios inmobiliarios con instituciones educativas y de salud, y se giran millones a ONG del sector educativo mientras se debilita, con un desfinanciamiento progresivo, a la mayor parte del sistema universitario. Pero además, contando con la ayuda del Poder Judicial, siempre listo para armar causas penales exuberantes y sin sustento (Marijuan denunció a 52 universidades de 56 sobre la base de una nota de Clarín), se busca difamar al Sistema Universitario. De a poco, sin dar explicaciones, corre el debilitamiento progresivo del las instituciones públicas. La variable que les falta es que, en la trinchera, las universidades están organizadas.
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