La paradoja de la "pobreza cero"
- julia goldenberg
- 9 jun 2016
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Nota de opinión acerca de las declaraciones del jefe de Gabinete Marcos Peña quien afirmó que "la pobreza cero es una meta desde ya inalcanzable".
por Julia Goldenberg
La paradoja del mentiroso ilustra claramente la promesa central de la campaña de Cambiemos. Con perdón de la filosofía, me voy a permitir una cita express de esta paradoja como excusa para hablar de lo que me interesa: la pobreza cero es inalcanzable, en especial bajo un modelo neoliberal de retirada del Estado.

Esta paradoja se basa en el principio del tercero excluido que indica que toda oración debe ser considerada verdadera o falsa. Supongamos que la afirmación “esta oración es falsa” resulta verdadera, pero afirma que ella misma es falsa, con lo cual no puede ser al mismo tiempo verdadera. Es decir, se contradice. Ahora supongamos que es falsa, en ese caso se vuelve a contradecir, porque es verdadero que es falsa, tal como ella misma lo afirma. Lo central es que no se le puede asignar un valor de verdad a la oración sin entrar en contradicciones. Más tarde, Marx va a demostrar que en el sistema capitalista es imposible alcanzar la pobreza cero porque estructuralmente se necesita un ejército de reserva para su funcionamiento (por favor, disculpen otro abuso teórico). Es decir, prometer pobreza cero en un sistema capitalista con políticas de corte neoliberal es claramente paradójico. Por eso, el jefe de gabinete del gobierno, Marcos Peña, aclaró que la “pobreza cero es una meta inalcanzable” desnudando la paradójica promesa de campaña de Cambiemos. Esto no significa que Macri sea mentiroso ( o sí, pero la política no se puede medir en estos términos) sino que, desde el principio, prometió algo imposible: alcanzar la “pobreza cero” con políticas neoliberales, achicando el Estado y reduciendo el gasto público. En los últimos años de gobiernos nacional-populares en latinoamérica se demostró, con menos promesas y más presencia del Estado, que la pobreza se puede, al menos, reducir. Prueba de esto son los 15,7 puntos porcentuales que se redujeron entre 2002 y 2012 en América Latina y el Caribe, según datos de la CEPAL. Incluso, la crisis financiera de 2008 tuvo un impacto negativo menos intenso en los niveles de pobreza e indigencia en comparación con crisis previas. En parte, esto se debió a las políticas contracíclicas que impulsaron los gobierno regionales. Pero además, la creación de organismos públicos destinados a trabajar directamente sobre estas problemáticas convirtieron a la región en un ejemplo en materia de desarrollo social y de lucha contra la desigualdad. Sin embargo, en los últimos años, se estancaron las tasas de crecimiento registradas en años anteriores y esto impactó en el nivel de gasto social. Por eso, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, advirtió recientemente en Chile que es crucial redoblar los esfuerzos sosteniendo las políticas sociales, el gasto social y el trabajo coordinado para seguir luchando contra la desigualdad y cuidar lo conquistado. En América Latina y el Caribe, la desigualdad fue amortiguada por las decisiones políticas orientadas por la inclusión. Pero una nueva contracción de la economía mundial y el giro a la derecha de los gobiernos regionales pintan un panorama poco esperanzador. Las políticas procíclicas, el desmantelamiento del Estado y la reducción del gasto social por parte del gobierno expresan un camino contrario al que durante muchos años permitió reducir la pobreza. Lo cierto es que la pobreza cero fue finalmente sincerada y lo paradójico es que el sinceramiento les está empezando a jugar en contra.
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